Nace la deuda

Eva y Adán vivían felices, hasta que un día, misteriosos carteles anunciando las mejores manzanas de todo el Edén empezaron a aparecer... Empezaron a sentir que les faltaba algo para estar completos, para que su vida tuviera algún sentido. Siguieron él hilo musical y las señales hasta encontrar esas "manzanas cuyo sabor deleitaba al mismo Dios". Y lo encontraron. Eva cogió una de las relucientes manzanas, perfectas, y vió que le colgaba un trocito de papel con un símbolo escrito que no alcanzaba a comprender. La mordío y se dio cuenta de que no sabía mejor que las manzanas imperfectas del resto del Jardín. Le dio a probar a su amante, a ver si él era capaz de percibir la diferencia... De pronto una voz surgió de entre las nubes y dijo con tono nervioso "Págame". Eva y Adán se miraron sorprendidos, nunca antes habían notado a Dios tan alterado. "Págame", repitió la Voz. "Habéis comido de el Árbol Sagrado, y eso tiene un precio" continuó, "un euro por manzana". Eva no se lo podía creer, no entendía nada "Pero... ¿De dónde sacaré un euro para pagarte?, no hay euros en el Paraíso" expresó preocupada. Y dijo Dios "pagarás tu deuda trabajando para mí, con el sudor de tu frente".

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